Me estoy poniendo al día en esto de las nuevas tecnologías!!! Desde hoy, ya podéis encontrarme en facebook. Muchos de vosotros ya me conocíais por mi nombre pero no por el blog, así que a partir de hoy podemos conocernos doblemente... jajajajaja
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Y vamos a lo importante... Durante estas dos semanas en la montaña, mi amiga Muma tuvo la gentileza, amabilidad, generosidad y un largo etcétera de sinónimos, de regalarme un montón de calabacines del huerto de su padre. Unos calabacines impresionantes y de lo más ecológico!!!! Un regalazo!!! Gracias de nuevo Muma!!!!
Además de crema de calabacín para la cena (a los mellizos les encanta!), me puse a hacer una receta que tenía muchas ganas de hacer desde hacía tiempo... sólo tenía que esperar la temporada del calabacín. Total, que Muma me dio el empujoncito...
Es una mermelada exquisita!!! Combina perfectamente con carnes (un simple lomo a la plancha con patatas al horno se convirtió en un manjar!) pero me ha sorprendido gratamente al combinarla con queso. De hecho, el desayuno estrella de estas semanas en la montaña ha sido una torrada de pan con mermelada de calabacín con queso artesano (a poder ser, un queso con cuerpo y sabor). Lástima que ninguno de esos días pensé en hacerle una foto... y es que lo devoraba!!! jajajaja
Ingredientes, para 3 tarros de 400 gr: (fuente: "Melmelades casolanes. 80 receptes que surten bé")
1200 gr de calabacín ecológico
1 manzana ecológica
400 gr de azúcar (en el libro pone 1200 gr!!!)
1 limón ecológico
7 calvos de especia
200 cc de vino blanco
Lavar bien los calabacines. Cortar uno a daditos bien pequeños y el resto pasarlos por el rallador. Cortar la manzana a cuartos y quitarle el corazón.
En una olla poner los calabacines cortados, los cuartos de manzana, el zumo del limón y el vino. Dejarlo cocer unos 10 minutos a fuego lento. En la receta pone que se pase por la batidora todo, yo hice mi adaptación: no utilice la batidora y al final del proceso quité la manzana (que acabó dentro de un bizcocho...).
Añadir el azúcar y los clavos. Dejarlo cocer unos 20 minutos o hasta que tenga la consistencia de mermelada. Sacar la manzana y los clavos.
Envasarla en botes de vidrio esterilizados. Si es para un consumo relativamente immediato (un par de meses), con poner los botes bien tapados y calientes al revés toda la noche, nos será suficiente para hacer el vacío. Para un consumo posterior hay que hacer el vacío cubriendo los botes al baño María unos 15 minutos.
Nota importante: si se quiere almacenar por un largo período de tiempo, os aconsejo poner la cantidad de azúcar que dice la receta original. A mí me gustan las mermeladas poco dulces y hago poca cantidad para que no me duren mucho (los 3 botes que hice ya son historia!!!!)... en caso contrario, hay que poner todo el azúcar para que haga de conservantes y nos evitemos problemas de salud.
SALUT!